Debido a su pequeño tamaño la ardilla tiene muchos enemigos, sin embargo, las ardillas saben que son rápidas e inteligentes para poder escapar. Del simbolismo de las ardillas se pueden extraer diferentes interpretaciones, las más comunes son la energía, la velocidad, la inteligencia y la vigilancia. Las ardillas son animales ágiles y que permanecen siempre muy alerta.
Las ardillas representan la armonía de la naturaleza y el equilibrio en la vida. Las ardillas también simbolizan la fortuna y la felicidad, quizás porque los nativos americanos consideraban a este animal como espíritus positivos que traen suerte, prosperidad y fortuna.
Otro significado que se le otorga es el equilibrio entre el pensamiento, la acción, los instintos y la suerte, siempre necesaria para sobrevivir. De ahí que a las ardillas también se las considere como símbolos de supervivencia.
La ardilla simboliza la diversión, la vida fácil y el juego. Es un animal que disfrutan mucho de la vida y por eso se le vincula con la representación de la importancia de tener amigos y mantener buenas relaciones con la familia.
Otras interpretaciones que se dan acerca de la figura de la ardilla son el espíritu aventurero, la inquietud, la libertad y el coraje.
¿Te identificas con la ardilla? Rasgos positivos y negativos de tu personalidad
Si te identificas con la ardilla eres una persona extremadamente positiva y que atesora numerosas cualidades y habilidades.
Además de increíblemente inteligente, estás lleno de energía y posees un espíritu juguetón que hace que resulte fácil y divertido estar en tu compañía.
La modestia es otra de tus características, y no necesitas mucho para ser feliz; te basta con tener tus necesidades básicas cubiertas.
Eres adaptable y flexible, por lo que pocas veces tienes conflictos con otras personas.
Eres despierto y rápido en la toma de decisiones. Creativo y hábil, te encantan los desafíos intelectuales, siendo brillante tanto en las artes, como en las matemáticas.
Quienes se identifican con la ardilla son personas organizadas y que tienen tacto, que actúan cuando es necesario y encuentran rápidamente una solución.
En la parte negativa puede decirse que te falta paciencia, en el sentido de que un poco más de pausa en algunas decisiones no viene mal. A veces te precipitas por actuar demasiado rápido.
También, a pesar de tu modestia, exageras a veces tus logros, aunque más que por vanidad, lo haces porque te gusta dar rienda suelta a esa imaginación desbordante que posees.
Cuando es más probable que la ardilla aparezca en tu vida
- Cuando necesitas traer alegría, diversión, energía y optimismo a tu vida. Si estás dejando que las responsabilidades y preocupaciones tiren por tierra tu estado de ánimo, la ardilla puede aparecer para avisarte de lo peligroso de esa actitud, y hacerte ver la importancia de afrontar los problemas con la actitud adecuada
- Cuando necesitas empezar a ahorrar. La ardilla almacena cuidadosamente mucha comida antes de que llegue el invierno porque no quiere encontrarse en la situación de carecer de los recursos básicos. Por eso cuando aparece en tu vida puede estar avisándote de la necesidad de que comiences a ahorrar para cuando lleguen los tiempos difíciles.
- Cuando te enfrentas a un problema que requiere de estrategia y organización. Aunque parezca que las ardillas actúan de forma alocada, son más organizadas de lo que parece. Se apoyan en su comunidad y trabajan en tiempos de bonanza pensando en los tiempos difíciles. La aparición de la ardilla puede significar que necesitas dejar de lado la improvisación con la que actúas y empezar a ser algo más estructurado en tu enfoque.
¿Qué puedes aprender de la ardilla?
De la ardilla puedes aprender el valor que tiene dedicar tu tiempo a hacer tu vida y la de tus seres queridos un poco más agradable, feliz y cómoda. A valorar los placeres simples y los regalos que la vida nos ofrece. Que los problemas siempre estarán ahí, pero con un enfoque positivo se sobrellevan mejor. En definitiva, a vivir la vida como un juego en el que el objetivo no es llegar a ningún lugar en concreto, sino disfrutar del viaje.