Entre los tatuajes que exaltan la fe religiosa uno de los diseños más populares es el de la Virgen María. En este caso el tatuaje es tan evidente que no hay gran misterio detrás de su significado. En cualquier modo, no ese tampoco el objetivo quien se tatúa a la Virgen, sino el de representar su amor por su religión y conectarse con ella a nivel espiritual.
Antaño los tatuajes de la Virgen eran muy populares entre las mujeres que querían expresar su feminidad, pero hoy en día también puede encontrarse en muchos hombres, claro está, con un propósito bien distinto: el de honrar a sus seres queridos o bien para representar el vínculo con sus propias madres.
Sin embargo, aún hay cosas muy interesantes que saber en torno a los tatuajes de la Virgen María. Vamos con ellas.
Los tatuajes de la Virgen María a lo largo de la historia
Las primeras referencias que se tienen de tatuajes de la Virgen María son de marineros. Estos hombres a menudo se tatuaban a la Virgen para recordar a su madre, a su esposa o a su novia que los esperaban en tierra firme. No era extraño que quisieran tenerlas siempre consigo, puesto que sus navegaciones tenían lugar frecuentemente en aguas desconocidas y no sabían el resultado de su viaje. La posibilidad de no regresar era real y por tanto, cada vez que zarpaban podían estar viéndolas por última vez.
Para estos viajeros del mar los tatuajes de la Virgen María simbolizaban la vida que dejaban atrás y las personas importantes que formaban parte de ella, pero a su vez también actuaban como un amuleto que los protegía ante una travesía incierta. En otros casos los marineros elegían este dibujo para recordar que debían permanecer virtuosos, fuertes y comprometidos a pesar de las peligrosas y traicioneras aguas en las que se aventuraban.
¿Cuál es el significado de estos tattoos?
Es evidente la conexión religiosa del diseño de este tatuaje, pero la Virgen María representada en tinta sobre la piel tiene un buen número de matices que muchas veces pasan desapercibidos. Representa la esperanza en tiempos difíciles y el amor incondicional, pero también el consuelo para aquellos que buscan la ayuda del cielo. En cierto modo los tatuajes de la Virgen María simbolizan la madre que todos tenemos y y el deseo de mantener vivo ese vínculo con ella.
Este tatuaje, también puede realizarse con otros propósitos como sentir su consuelo y recibir su consejo en los momentos difíciles o como recuerdo de que tu comportamiento debería ser siempre el que hiciera sentir orgullosa a tu madre. Este tipo de tatuaje también se emplea bastante para representar el recuerdo de una madre fallecida.
La Virgen María y el cristianismo
La Virgen María ocupa un lugar especial en el corazón de los cristianos. Por eso, entre las personas que tienen un fuerte sentimiento religioso es frecuente elegir a la Virgen María como diseño para tatuar. La fórmula puede ser muy variada. Hay quienes la representan llorando, acunando a su hijo moribundo o al pie de la cruz donde Jesús fue crucificado.
La figura de la Virgen María tiene un simbolismo muy acusado, ya que representa el corazón capaz de ofrecer perdón la persona dispuesta a dedicar su vida a sus creencias y la santidad capaz de obrar milagros. Precisamente esta es una de las razones que impulsan a algunos a tatuarse a la Virgen. Cuando una persona religiosa no encuentra explicación para un suceso suele calificarlo de milagro, y la Virgen María es la mejor representación de lo milagroso, de manera que eligen ese diseño para sus tatuajes a modo de agradecimiento.
En otros casos se usa para honrar la memoria de un ser querido que ha fallecido, y del que se supone se encontrará ahora está en los brazos protectores de la Virgen María.
Este diseño permite un amplio margen de creatividad, ya que encaja perfectamente combinándolo con otros símbolos religiosos o con la imagen de Cristo si lo que se pretende es crear una conexión aún más fuerte.
¿Por qué tatuarse la imagen de la Virgen María?
Lo que pones en tu piel es una decisión que dura para siempre. Y aunque es cierto que hay personas que a lo largo de su vida pierden la fe, lo cierto es que los sentimientos religiosos suelen ser bastante más sólidos y permanentes que los afectivos, especialmente si se trata de relaciones de pareja. Por lo tanto, si sientes un fuerte deseo de poner a Dios en el centro de tu vida, permanentemente o de expresar tu fe religiosa de cara al mundo, no hay mayor inconveniente para que lo hagas.
Incluso si en un futuro la intensidad de ese fervor religioso se atenúa, tu tatuaje no perderá vigencia. Habrás rendido homenaje a una gran figura de la historia y será recuerdo vivo de la persona que un día fuiste, alguien para quienes los valores de la religión cristiana suponían el centro de su vida.
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