A pesar de las connotaciones negativas que actualmente tienden a asociarse a estos anfibios, las ranas han desempeñado un papel crucial en el universo espiritual humano desde hace miles de años, mucho antes de que Jim Henson creara al carismático personaje de la Rana Gustavo.
Una de las deidades de los antiguos egipcios era, precisamente, una rana: Heket. Concebida como diosa de la fertilidad, era la responsable de inocular la energía vital en los recién nacidos, permitiéndoles respirar por primera vez; fue, asimismo, quien trajo a la vida al dios Horus, unda de las principales divinidades adoradas en el panteón egipcio desde los inicios de la civilización.
Los indígenas americanos tienen a estos anfibios en una posición preeminente dentro del mundo animal, concibiéndolos como símbolos de transformación y cambio. La tribu de los Tsimshian cree que las ranas son el vínculo entre la Madre Tierra y la especie humana; otras, por su parte, consideran que son el símbolo del resurgimiento de la vida tras el fin del invierno.
En los países asiáticos, las ranas simbolizan la buena suerte y la garantía de seguridad en el viaje, pues se trata de un animal estrechamente vinculado al elemento natural del agua. Son, al mismo tiempo, el nexo entre la vida y la muerte; por ello, suelen colocar pequeñas figuras de rana jade en la boca de sus seres queridos una vez han fallecido, para asegurar con ello un tránsito seguro hacia el otro mundo.
En la Europa medieval comenzó el estigma negativo de las ranas, siendo asociadas a la brujería y el paganismo por ser un símbolo del Diablo. Se dice que las brujas preparaban sus venenos por medio de las ranas.
En las culturas celtas, sin embargo, las ranas eran tenidas por seres asociados la sanación. Un viejo cuento de esta tradición relata los esfuerzos de una joven princesa que, tratando por todos los medios de curar a su madre enferma, conoció a una rana llamada Losgann, encargada de cuidar un pozo, cuyas aguas, según se decía, tenían propiedades curativas. Losgann le ofreció una taza a cambio de su mano por medio del matrimonio; en principio, ella dudó, por ello la rana pidió a la joven que le cortara la cabeza, y cuando lo hizo, se transformó en un apuesto príncipe.
Sin embargo, en la tradición celta, las ranas eran vistas como un sanador. Un viejo cuento de hadas relata los esfuerzos de una joven princesa tratando de encontrar una manera de curar a su madre enferma. Conoció a Losgann, la rana encargada de cuidar un pozo con propiedades curativas. Le dio una taza de agua mágica a cambio de su mano en matrimonio. Ella dudaba en casarse con él, pero finalmente lo hizo. Losgann entonces le pidió a la joven princesa que le cortara la cabeza y cuando lo hizo, se transformó en un apuesto príncipe. Se cree que este es el cuento original en el que se basó el famoso cuento de hadas El Principe Rana. Las ranas también simbolizan la Resurgimiento y el Renacimiento.
Significado de los Diseños de Tatuajes de Rana
Disferentes culturas alrededor del mundo han dotado a las ranas de diversos significados, entre los que se incluyen:
- Suerte.
- Pureza.
- Renacimiento y Resurgimiento.
- Fertilidad.
- Transformación y Cambio.
- Oportunidad.
- Paz y Tranquilidad.
Los 3 Principales diseños de ranas y sapos
1. Ranas tribales
Los diseños tribales de los tatuajes de ranas varían de significado dependiendo de su región de origen. El más común es el de los indios americanos, siendo especialmente utilizado la tribu de los Haida. Simbolizan la transformación, el cambio y una conexión profunda entre el espíritu y los elementos de la naturaleza.
3. Ranas de estilo celta
Para las culturas celtas, la rana es símbolo de la naturaleza sanadora y purificadora del agua. Muchos expertos consideran que el cuento del príncipe rana es una derivación de los relatos de transmisión oral procedentes de estos pueblos. Los tatuajes celtas de ranas expresan la restauración y la sanación.
3. Rana de la Paz
Este diseño se distingue por incluir alas de ángel y una flor que evoca el poder de la paz y el amor que caracterizaron a las revoluciones de la década de 1960; las ranas de la paz, como se las conoce, combinan multitud de elementos identificables con la tranquilidad, la felicidad y el rechazo de la violencia. Por medio de este diseño, se evoca el amor y la tolerancia.
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