Isabella Garm | 15 Julio 2023
A pesar de que hoy en día no se utilizan las máquinas de escribir, muchos las llevan en el corazón o en sus recuerdos, pues se requiere demasiada habilidad para ser un experto manipulador de estos artefactos.
Si eres estudiante o amante de la literatura, el cine, el teatro o el periodismo, seguramente viste o sabes lo que es la mecanografía. Es una asignatura en la que desarrollas destrezas de soltura y velocidad para manejar el teclado. Para utilizarlo sin siquiera verlo.
Estas dificultades en el proceso de aprendizaje y el hecho de que ya casi no se utilicen, es lo que hace que se les recuerde con tan cariño, el suficiente para llevarlo por siempre en tu piel.
Ser escritor es una de las labores que merece más admiración, sobre todo para quien lo hacer por amor y pasión y no por obligación. Llevar tatuajes de máquinas de escribir puede demostrar lo mucho que veneras a quienes tienen la capacidad de convertir sucesos y sentimientos en párrafos y párrafos de armonía literaria.
¿Cómo suelen ser los tatuajes de máquinas de escribir?
En general los tatuajes de máquinas de escribir son bastante grandes, sobre todo si los quieres con color y/o sombras. Son objetos que llevan demasiados detalles de dibujo, es por eso que casi siempre están en el brazo (muy cerca del hombro), en el pecho, las costillas o las piernas.
Aunque existen diseños más modernos y minimalistas, que se tratan de una silueta de una máquina de escribir, sin color ni sombras. Los detalles son exclusivos del delineado, así que se pueden hacer pequeños, lo suficiente para poderlo tatuar en un antebrazo.
Tus tatuajes de máquinas de escribir puedes decorarlos y acompañarlos con infinidad de cosas. Por ejemplo: una hoja saliendo de la máquina y que lleve algo escrito, algo importante para ti o relacionado con la literatura.
Además puedes escoger, porque hay tatuadores expertos en trabajar realismo, con colores, sombras y profundidades, o puedes optar por uno tipo caricatura, mezclarlo con dibujos animados famosos de la época. También es buena idea acompañar una máquina de escribir con la portada de tu libro favorito o el rostro de algún escritor que te guste mucho.
Puedes darle tu propio toque para otorgarle un significado, como flores saliendo en vez de papel, para dar a entender que la escritura no son solo letras en un orden específico, sino que es poesía, amor, y que está naciendo o “floreciendo” una manera de ver el mundo.
