Una de las preocupaciones más frecuentes respecto a los tatuajes es el dolor que se puede sentir al momento de realizarse uno. Es comprensible que esto sea tan común, después de todo, aun cuando se ha decidido hacerse un tatuaje, la incertidumbre hace necesario conocer de antemano cuanto ha de doler su aplicación. No solo existe una preocupación por el precio y por el resultado final. Es natural que la preocupación principal esté referida a si será soportable el dolor de las agujas.
Para solventar este tipo de dudas, en esta breve entrada te revelaremos cuales partes son más proclives a ocasionar más dolor y cuales duelen considerablemente menos.
De momento solo podemos adelantar que las personas tenemos diferentes umbrales de dolor. Eso significa que no todos experimentamos el dolor de la misma manera, mientras que algunos soportan más dolor, otros muestran menos resistencia, incluso en zonas que no deberían doler tanto.
¿Qué se siente al hacerse un tatuaje?
Como se mencionó en el apartado anterior, lo que se siente al momento de hacerse un tatuaje es relativo a cada persona en particular. Así como no todos experimentan el dolor de la misma manera, no todos experimentan las mismas sensaciones al momento de ser tatuados.
El dolor es, en cierta medida, inevitable, por lo cual un buen tatuador siempre deberá informar a sus clientes que podrá sentir fuertes punzadas de dolor en algún momento particular.
En un sentido psicológico, es posible que el cliente se sienta angustiado, temeroso y por lo tanto se encuentre tenso. Si eso sucede, el tatuador profesional tendrá que ser paciente y deberá procurar que su cliente se tranquilice para facilitar su trabajo.
¿Qué partes del cuerpo duelen menos?
Las zonas menos susceptibles al dolor son aquellas en las cuales hay más grasa concentrada y aquellas en las cuales el tatuador puede acceder con mayor facilidad. Los brazos, especialmente en su zona más expuesta, son algunas de las partes menos dolorosas para realizarse un tatuaje.
Asimismo, si una parte del cuerpo tiene una buena cantidad de músculo, esta no presentará tanto dolor al momento de ser tatuada. Los antebrazos, los hombros, los muslos, son algunas de las partes en las cuales el dolor es relativamente reducido.
También zonas como las pantorrillas, en las cuales la piel se encuentra tensa (además de que hay presencia de músculo y grasa) suelen ser poco susceptibles al dolor, en comparación a otras zonas posibles de tatuar.
¿En qué partes del cuerpo duelen más?
En contraposición, aquellas partes que son más susceptibles al dolor son, por supuesto, aquellas en las cuales hay menos músculo, menos grasa y por lo tanto, más cercanía con algún hueso.
Zonas como las costillas o los pies resultan particularmente dolorosas por la ausencia de separación entre la piel y el hueso. Los codos y el área cercana a las axilas son de igual forma, bastante dolorosas.
En toda parte del cuerpo que haya cercanía con los huesos habrá un mayor grado de dolor. Esto, por lo tanto, afecta a las muñecas, tobillos, la frente, parte trasera de las orejas. Todas estas zonas son sumamente delicadas y susceptibles a grandes cantidades de dolor.
En algunos casos, bien sea por el umbral de dolor del cliente o por las particularidades del tatuaje, en una zona con músculo o grasa, puede generarse de igual manera una cantidad de dolor considerable.
¿Cuánto tiempo dura la sesión del tatuaje?
La duración de la cita dependerá del tatuador. Lo recomendable es que estos establezcan con su cliente el límite de horas por sesión para que después no hallan malos entendidos.
No obstante, por lo general los tatuadores trabajan por sesión, máximo entre 2 y 3 horas. Exceder ese límite puede llevarlos a un acabado mediocre o a lastimar al cliente por el cansancio.
En tal sentido, lo óptimo para tu salud física y mental es establecer con antelación cuánto ha de durar cada sesión. La cantidad de sesiones variará, por supuesto, según la complejidad y dificultad del tatuaje solicitado.
Resulta útil que tanto el tatuador como el cliente no se sientan fatigados después de cada sesión. Para eso es importante establecer lapsos realistas acorde a las necesidades y capacidades de los involucrados.
Después de hacerse un tatuaje, ¿cuánto tiempo dura el dolor?
El dolor después de la tinta dura apenas unas pocas horas. Además este puede variar en función del tipo de tatuaje y la zona en la cual el mismo se realizó.
Después de que el dolor intenso disminuye, persiste un dolor más moderado durante pocos días, acompañado, en algunos casos, de moretones que pueden aparecer posteriormente.
En los casos en que el dolor intenso persiste, y hay enrojecimiento y sensación de calor es de gran importancia asistir con el tatuador y en todo caso, con médicos dermatólogos especializados para verificar que no exista alguna complicación médica tales como infecciones o alergias.
Si eres de los primerizos...
Quienes desean realizarse un tatuaje por primera vez, no solo deben estar conscientes de que se harán algo que durará todas sus vidas y que se removerá con muchas dificultades.
También deberán tener muy presente que sentirán un dolor, en menor o mayor grado, según el lugar en el que decidan tatuarse. En tal sentido deberán prepararse mentalmente antes de asistir a la primera sesión de tatuaje.
Lo último que debe saber todo cliente es su relación con los compuestos que se utilizarán. Si llega a sufrir una infección o alergia, pondrá su vida en riesgo; por este motivo se recomienda tener planes de contingencia ante tales escenarios y, por supuesto, tatuarse solo con profesionales en el área.