Sin duda la vista es nuestro sentido primordial. Muchos animales dependen de sus ojos para sobrevivir y en su momento nosotros no fuimos la excepción. Con el desarrollo de la humanidad, la visión se ha transformado un poco, siendo ahora la herramienta que usamos para apreciar todo cuanto existe.
Y si algo abunda en el planeta son los paisajes. Esta palabra se puede referir a distintas ideas, pero en general se aplica a la relación entre un observador y un terreno. Por tanto puede hablar de los diversos paisajes naturales como son bosques, playas o montañas. Así como hacer referencia a paisajes culturales o históricos como es el caso de los jardines o construcciones arquitectónicas. De igual manera el paisaje es el término que se emplea para hablar de las representaciones artísticas de terrenos.
Con tan enorme variedad de opciones es poco probable que dos tatuajes de paisajes sean iguales. Además estas imágenes se pueden adaptar y modificar por lo que las posibilidades de personalización son casi infinitas. Muchos de los paisajes no solo se eligen por su belleza, sino porque simbolizan un importante lazo con el sitio representado, dándole aun mayor profundidad a la pieza.
¿Cómo personalizar tu tattoo?
Una vez que tengas elegido el paisaje que quieres tatuarte tendrás que tomar decisiones en torno al tamaño, la locación, los colores y la forma de tu diseño. Las dimensiones de los tatuajes de paisajes son muy variables, pueden ir desde ocupar un espacio en el antebrazo hasta piezas que se extienden por toda la espalda. Lo más común, sin embargo, es realizar medias mangas, cuartos de manga o mangas completas. También las piernas son buenos lugares para estas representaciones.
Los paisajes en general son diseños que tienen muchos detalles, sin importar si se realizan en blanco y negro o a full color. Son estos detalles los que las convierten en piezas imponentes y muy llamativas. Las versiones más pequeñas se inclinan hacia el trabajo en puntillismo, líneas minimalista o de simples formas, en tanto las piezas más grandes pueden aprovechar al máximo el estilo realista.
Si lo deseas puedes enmarcar tu paisaje. Las formas que más se usan para esto son los círculos, los ovalos, los triángulos y los rombos. Son igualmente validos los corazones, los hexágonos y los cuadrados. Estos marcos funcionan mejor en aquellos diseños que son de tamaño medio, en tanto las piezas más grandes es preferible hacer que se integren al cuerpo, sin emplear separaciones visibles.
¿Hay un paisaje en tu mente buscando su camino a la piel?