El fuego, uno de los cuatro elementos de la naturaleza, es y ha sido uno de los temas predilectos para los amantes del arte corporal. Los tatuajes de llamas son populares y pueden tener diferentes significados, dependiendo de la persona que decida portarlo.
Los aspectos culturales y las creencias de cada quien juegan un papel preponderante en el verdadero valor de estos tatuajes, que en el mayor de los casos se representan junto a otros recursos para aportar más realismo.
Recordemos que el descubrimiento del fuego, cambió la vida humana. El hombre aprendió a crearlo y a controlarlo, por ende a cocinar, a hacer herramientas que le permitieran la subsistencia, a generar luz en la oscuridad inclusive para ahuyentar animales.
Es así como su uso positivo facilita la vida y el quehacer diario, no obstante, también tiene efectos negativos, llegando a causar muerte y devastación de todo cuanto hay a su paso. Revisemos qué significados se les han atribuido a este tipo de tatuajes a lo largo de las décadas.
Diferentes significados del fuego
El uso de las llamas en el arte corporal puede representar destrucción, cambio y transformación. Un llamado al renacimiento, al resurgir entre las cenizas y el inicio a una nueva vida.
También puede significar peligro, tentación, lujuria, deseo, pecado o metafóricamente expresado en la idea de calentar cuando hay frío, dar calor a un cuerpo que ha estado inerte y que despierta con el fuego.
De igual manera, los tatuajes de llamas representan amor, pasión, energía incluso conocimiento, todo depende de la arista desde la cual se mire el diseño. Por ejemplo, fuego envolviendo un corazón pueden dar muestra de un gran y profundo amor.
En el ámbito religioso, el cristianismo y todos lo que tienen fe cristiana lo vinculan como símbolo del espíritu santo, empleando el fuego como representación del infierno o como símbolo de tentación.
En ritos religiosos, se ha usado haciendo referencia a que el humo generado por las llamas van al cielo y viene de vuelta cumpliendo los más profundos deseos del corazón y las súplicas hechas con fe, denotando ascensión y conexión con las alturas.
Lo que es cierto es que esta naturaleza dual del fuego, representa fidedignamente el bien y el mal, una cosa interesante, discutible, para muchos divino, para otros pagana, pero que al final queda en la intención de quien decide que el fuego quede tatuado en su piel.