En un tatuaje también es muy importante la combinación de colores. El negro y gris es el más común y el más demandado. Es el más idóneo para realizar diseños complejos como rostros, animales, objetos, lugares, etc. La escala de grises le da movimiento al diseño y lo hace ver mucho más realista.
El negro y el gris pueden ser dos colores muy censurados por tener tantos significados negativos, pero complementan muy bien cualquier diseño. Son los tonos más adecuados si te estás iniciando en el mundo del tatuaje.
Se dice que los orígenes de este tipo de tatuajes se remontan a los años 60, cuando los reclusos de las cárceles se tatuaban imágenes para distinguirse o identificarse como miembros de alguna banda criminal. Como no era fácil disponer de una máquina para tatuar profesional, ellos mismos la fabricaban con un motor pequeño y agujas compartidas y sin esterilizar.
La tinta también era difícil de conseguir, por lo que recurrían a las cenizas de cigarro diluidas o a veces podían conseguir tinta china. Era por eso que los únicos colores disponibles eran el blanco y el gris. Actualmente, algunos tatuadores usan tintas concentradas en tonos grises. Sin embargo algunos todavía usan la vieja técnica de diluir la tinta en agua destilada.
Con el tiempo, los tatuajes en negro y gris comenzaron a ser usados en otros contextos hasta convertirse en un estilo muy demandado por personas de todo tipo e incluso algunos famosos lo han lucido.
El negro y gris queda muy bien en cualquier diseño. Además funciona muy bien para dar más volumen al diseño y es el más adecuado para crear efectos 3D.
Ideas y posibles variantes de estos diseños
Cualquier diseño fuera de lo común se ve muy bien en matices de negro y gris, especialmente si es un diseño complicado y con muchos detalles como una cara, un cráneo, un logo, una figura geométrica en 3D, etc. La tinta en negro y gris le da más profundidad y realismo y el diseño se verá como dibujado en un lienzo.
Si escogiste tatuarte una cara de un personaje, con la tinta en negro y gris podrás darle un efecto muy realista de profundidad a cada detalle como los ojos y la nariz y agregarle sombras para que se vea profesional. Las imágenes sombreadas tendrán una apariencia real, como si fuese una fotografía plasmada en tu cuerpo.