Estados Unidos es un país conformado por migrantes de las más diversas nacionalidades. Y aunque es un tema que ha traído muchas polémicas durante los últimos años, sus vecinos más cercanos también son sus inmigrantes más frecuentes.
La palabra chicano denota a aquellas personas que tienen orígenes étnicos mexicanos, pero que han nacido o se han establecido en los Estados Unidos. En la década de los 60 se conformó un Movimiento Chicano. Este grupo buscaba empoderar a los descendientes mexicanos desde distintos frentes. Se realizaron demandas por derechos laborales, el derecho a la educación de calidad, entre otros. También promovieron una identidad cultural que no estuviera plagada de estereotipos negativos.
Los chicanos son aproximadamente el 10% de la población norteamericana. Y muchos de ellos se sienten en una suerte de limbo cultural e identitario. No son del todo estadounidenses pero tampoco son completamente mexicanos. Son ambos y a la vez ninguno, son chicanos.
Simbología de los tatuajes chicanos
Los elementos y motivos que caracterizan a estos tatuajes están asociados a la cultura mexicana. Entre ellos se incluyen el idioma y la religión. De igual manera, algunas imágenes provienen de las pandillas criminales. Otro rasgo propio de los tatuajes chicanos es su carácter clásico en blanco y negro. El color no se incorpora en estas piezas de ninguna manera.
Los tatuajes chicanos tienden a ser piezas de gran tamaño. La mayoría ocupa toda la espalda o la totalidad de la parte frontal del torso. Las mangas y medias mangas también son muy utilizadas para realizar los diseños.
Muchas de las piezas tienen un sub-tono político, histórico y patrimonial. Son comunes los retratos de figuras históricas como el revolucionario Emiliano Zapata o del famoso Pancho Villa. También se emplean escenas que hacen referencias a la revolución zapatista.
Incluso aquellos diseños que tienen elementos de las pandillas, son una declaración de las duras circunstancias en las que los descendientes mexicanos han vivido, en barrios donde la pobreza y la violencia eran cotidianas. Se busca comunicar por medio del arte corporal las características de los chicanos, su fortaleza y en especial su capacidad de sobrevivir.
Dentro de los diseños católicos destacan las representaciones de la Virgen de Guadalupe, Cristo o el Sagrado Corazón. Asimismo las imágenes de manos rezando, los rosarios, los ángeles y demonios así como las cruces son muy recurrentes. En ocasiones están acompañadas a referencias sobre la familia, ya que la religión es un aspecto crucial de la vida y la convivencia latina.
Son muy conocidas las piezas que muestran a payasos, en especial en su versión femenina. De hecho la representación de mujeres es una parte importante de la estética de los tatuajes chicanos. Ellas aparecen no solo como payasas, sino también portando armas, con los rostros tapados por bandanas o simbolizando a las catrinas.
Este tipo de tatuajes suele estar acompañado no solo de armas, sino también de carros, dinero, dados, lagrimas, flores más específicamente rosas y corazones. Algunas piezas incluyen la dualidad de las máscaras de teatro, por lo general representando a una payasa que ríe o llora sosteniendo una máscara que tiene la otra expresión.
Igualmente se incorporan referencias a los Estados Unidos, sea una bandera, la estatua de la libertad o el letrero de Hollywood. La fusión en el tatuaje es un espejo de la mezcla cultural en la que los chicanos han crecido y que constituye parte central de su identidad.
Las calaveras son otro motivo muy popular para realizar. Esto viene con una doble connotación, tanto por las asociaciones de los cráneos con la vida y la muerte, como por las tradicionales festividades del día de los muertos mexicano.
Que viva México cabrones...