La energía vital ha recibido muchos nombres distintos por diversas culturas e incluso por la propia cultura pop o mediática. Es muy probable que hayamos escuchado hablar de chakras por primera vez gracias a un amigo que practica el Yoga, pero también es posible que lo conozcamos por algunas series de animación japonesa.
Sin diferencia de este factor, los chakras son especies de puertas o escotillas que se encuentran en diversas partes de nuestro organismo. Su principal función es retener un poco esa energía vital que todos poseemos y de su control dependen sorprendentes beneficios para la vida cotidiana.
Naturalmente, las creencias y la espiritualidad van de la mano con este tema y por ello, las personas que ejercen alguna práctica espiritual relacionada con los chakras se lo toman muy en serio. Por ello, no es nada extraño que una persona desee un tatuaje con estos motivos.
Los 7 Chakras
Lo más usual son los tatuajes de los 7 chakras que se colocan, por lo general, en el antebrazo. Cada uno de los chakras posee su significado especial, las personas que comparten tal creencia suelen comprender el significado y utilidad de cada uno de ellos.
Estos siete puntos energéticos se denominan como: chakra básico, chakra esplénico, plexo solar, chakra cardíaco, chakra laríngeo, tercer ojo y chakra coronario. Cada uno posee una función específica para nuestras vidas, de su mejor o peor manejo depende nuestro desempeño como individuos.
Además, cada uno de tales chakras posee una ubicación específica en el cuerpo. Por ello, es probable que algunas personas decidan tatuarse algunos de ellos en las zonas cercanas a donde se encuentran tales puntos. Sin embargo, lo usual es que se tatúen todos juntos bien sea en una pierna o en el antebrazo.
Tatuajes y espiritualidad
Es muy común que las personas inmortalicen algunos aspectos de su espiritualidad a través de los tatuajes. Ya se ha visto con algunas figuras santas, tales como la virgen de Guadalupe, Cristo o la virgen María.
También ha sido usual ver tatuajes alusivos a diferentes religiones, tales como el hinduismo, el judaísmo, entre otras religiones.
Sin duda alguna un tatuaje de esta índole responde a una decisión muy íntima, no solo por ser un tatuaje, sino porque está relacionada con las concepciones más personales acerca de la naturaleza y devenir de la humanidad. Se relaciona directamente con un sistema de creencias bastante complejo y significativo para quien se tatúa.
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